EL ARTE COMO RESISTENCIA Y RENACIMIENTO

📌 La Comuna 13 de Medellín es hoy un ejemplo de cómo el arte puede transformar comunidades marcadas por la violencia. San Luis Río Colorado enfrenta retos similares en materia de seguridad y cohesión social. ¿Y si apostamos también por el arte como agente de cambio?

LUIS CARLOS BRAVO

Durante décadas, la Comuna 13 de Medellín fue sinónimo de miedo, violencia y abandono. No es exageración decir que fue uno de los epicentros más peligrosos de Colombia, sumido en la sombra del narcotráfico y el conflicto armado.

Pero hoy, treinta años después, esa misma Comuna 13 es otro rostro: colorido, vibrante, lleno de vida, donde el grafiti, la música y el arte callejero se han convertido en una forma de sanar heridas, contar historias y, sobre todo, resistir.

Ese proceso no ocurrió de la noche a la mañana. Primero fue la organización comunitaria, luego el impulso de los artistas urbanos que encontraron en los muros una voz, y finalmente, la mirada del Estado que supo leer la señal y apoyó esa transformación. El resultado es un espacio que hoy atrae visitantes de todo el mundo, no por morbo, sino por admiración.

¿Por qué menciono esto? Porque no puedo evitar pensar en San Luis Río Colorado, mi ciudad.

Al igual que la Comuna 13, nuestro municipio enfrenta desafíos serios: inseguridad, violencia doméstica, adicciones. Somos una ciudad con menos de 200 mil habitantes, con talento artístico comprobado, con jóvenes deseosos de expresarse, pero sin las condiciones necesarias para hacerlo con libertad, ni los espacios adecuados para canalizar esa energía creativa hacia algo positivo.

San Luis tiene muchas similitudes con aquel Medellín del pasado. Pero también podría tener muchas con el Medellín del presente.

¿Qué nos detiene?

Tal vez es tiempo de dejar de mirar el arte y la cultura como un “extra” o un adorno institucional. Es hora de asumir que el arte transforma, cura, organiza y empodera. Que un mural en una colonia puede ser más que pintura: puede ser un grito de resistencia, una señal de esperanza o simplemente, un recordatorio de que aquí hay vida, historia y comunidad.

El talento ya lo tenemos. La voluntad también. Lo que falta es una política cultural ambiciosa, sostenida, coherente. Necesitamos dejar de ver la cultura como un espectáculo de calendario y convertirla en un eje estratégico de transformación social.

A las autoridades les corresponde impulsar, facilitar, dar recursos. Pero a nosotros, como sociedad, nos toca exigir, participar y creer. No esperemos a que “todo esté listo” para actuar. Que el ejemplo de la Comuna 13 nos sacuda, nos inspire, y sobre todo, nos mueva.

San Luis Río Colorado merece también un renacimiento artístico. Lo que está en juego no es solo el paisaje urbano. Es el alma misma de nuestra comunidad.

Compártelo :