Lamarque perdió

Luis Carlos Bravo | Opinión Personal

Lamarque perdió. Y no, no me estoy refiriendo a lo que podría pasar en un futuro. No estoy futureando, no estoy visionando. Estoy diciendo lo que pasó hace unos días en San Luis Río Colorado y que Lamarque le dio seguimiento desde el centro del estado.

La visita de Javier Lamarque a San Luis Río Colorado llegó a su carrera política para hacerlo perder. Perdió credibilidad, perdió respeto, perdió seguidores y perdió poder, ¿mucho o poco?, la respuesta es cuestión de enfoques.

Porque no solo se equivocó cuatro veces en menos de 30 segundos en plena entrevista con los medios de comunicación locales, sino que, al siguiente día, su equipo de comunicación —o sus asesores más cercanos— lo empujaron a publicar un video en tono de comicidad, como si el ridículo se arreglara con risas. En èste, Lamarque mencionó el episodio que vivió en San Luis Río Colorado y que se viralizó en todo el estado. Dijo que le habían pedido “hacer algo que llamara la atención”. Y vaya que lo hizo. Pero no de la manera que esperaba.

Yo no diría que “se le fue un poco la mano”. Se le fue la mano completa.

¿Por qué digo que Lamarque perdió? Porque cuando los precandidatos o aspirantes visitan los lugares donde están sus votantes, son evaluados por todos: por los que están arriba, por los que están abajo y, sobre todo, por los que están cerca: los votantes potenciales. Y sin lugar a duda, Lamarque perdió… y Lorena Valles ganó.

No solo perdió durante la entrevista donde se equivocó una y otra vez sin saber nombres, cargos ni siquiera dónde estaba parado. También perdió en el templete. Durante su discurso, no conectó con la gente. Fue un mensaje plano, frío, sin energía, tipo de la muy vieja escuela. En cambio, quien lo siguió en el uso del micrófono, Lorenia Valles, sí encendió al público.

Y cuando parecía que ya no podía cometer más errores en su evento politico para la militancia local, Lamarque pidió nuevamente el micrófono para una segunda participación —una que ni siquiera estaba contemplada—, intentando recuperar algo de terreno. Pero terminó hundiéndose más.

Por donde se le vea, Lamarque perdió.

Y lo más grave no fue la equivocación, sino la reacción. Porque en política, los tropiezos son comunes… pero la forma en que se afrontan, esa es la verdadera diferencia entre quien tiene madera de líder y quien apenas sobrevive a su propio guion.

 

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