De Cajeme a San Luis: los kilómetros del oportunismo

Precampañas encubiertas y doble discurso: usan la silla pública como alfombra roja para su camino politico, mientras hablan de servicio.

Por Luis Carlos Bravo / Columna de opinión personal 

Mañana, San Luis Río Colorado recibirá la visita de Lorenia Valles, Senadora por Sonora y Javier Lamarque, presidente municipal de Cajeme, uno de los municipios más inseguros de Sonora. Cajeme está a más de 10 horas de distancia de nuestro municipio, y sin embargo, ahí lo tendremos en un acto con la militancia de Morena.

Esto no es una visita casual ni un gesto de cortesía. Es, en toda regla, un caso de precampaña encubierta, un claro proselitismo anticipado que busca posicionar a Lamarque fuera de su territorio y allanar el camino a su aspiración de ser candidato a la gubernatura de Sonora.

Mientras la presidenta Claudia Sheinbaum pide a nivel nacional que no se realicen actos anticipados de campaña, aquí vemos un doble discurso en acción. El propio Lamarque, desde un municipio que él mismo no ha logrado pacificar, se desplaza a más de 600 kilómetros para venir a San Luis Río Colorado, un lugar donde su presencia no tiene justificación más que la de buscar reflectores y sumar apoyos.

En medio de este escenario, Lorenia Valles también ha mantenido presencia política en distintas regiones del estado. Su nombre se menciona con respeto y frecuencia en las conversaciones internas del partido, no por imposición ni por campaña, sino por su constante acercamiento a diversos sectores y liderazgos. Aunque su visita no deja de ser extraña la ciudad. 

En San Luis Río Colorado donde la militancia de Morena ya está fragmentada en varios grupos que rara vez se unen, la llegada de Lamarque no es más que un intento de adelantarse en la carrera política. Así que llamemos a las cosas por su nombre: esto es precampaña encubierta, un proselitismo adelantado que contradice el discurso oficial y los ideales del partido que el mismo aspirante fundó en Sonora.

Y en la ruta hacia el 2027, las cartas parecen estar sobre la mesa: si la candidatura a la gubernatura termina siendo para un hombre, será Lamarque; pero si es para una mujer, el nombre que más suena es el de Lorenia Valles.

Habrá quienes aplaudan la visita de ambos personajes, es cuestión enfoques y conveniencias. Lo que presenciamos es un ejemplo más de cómo las reglas se interpretan de manera conveniente y cómo algunos funcionarios utilizan su cargo no para servir a su comunidad, sino para proyectarse en un escenario más amplio.

Imagen: tomada de la web

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